Y un día se acordó de jugar... Boca compuso su mejor actuación del campeonato y truncó los sueños de Racing de mantenerse como competidor por el título del Inicial. El resultado, 3-1, fue consecuencia de un trabajo de conjunto casi sin grietas en todas sus líneas, imagen poco frecuente del "xeneize" en el transcurso del torneo, y el complemento de otra fantástica gala individual de Leandro Paredes, derrochando frescura y clase. Metió dos golazos (el segundo, especialmente, con cierta complicidad de Saja) y en cada intervención suya dibujó los trazos que distinguen a un crack.
Racing insinuó un poco más en el cuarto de hora del comienzo, apoyándose en el desequilibrio que podía provocar Ricardo Centurión. Tratado con rigurosidad por la zaga "auriazul", el habilidoso volante fue desapareciendo de la construcción ofensiva de su equipo y Boca se hizo compacto en todos los sectores de la cancha. Paredes copó la escena respaldado por un notable trabajo de los otros volantes y marcó el compás del trámite. Sirvió el corner para la apertura del tanteador y Caruzzo anotó su primer gol con la camiseta boquense. Más incisivo, el elenco de Falcioni mantenía lejos de su área al visitante, que tuvo una sola aproximación (disparo rasante de Pillud), previo al segundo del goleador de la tarde-noche, que tiró una doble pared con Colazo y sacó un derechazo fulminante que superó a Saja.
Racing no pudo discutirle a su rival la preeminencia en el desarrollo. Boca incrementó su dominio hasta el tiro libre que se coló a la izquierda de Saja, muy jugado a cubrir su palo derecho. Entonces sí, Racing esbozó una reacción: descontó Hauche y Vietto casi pone el 2-3. Pero nada cambió y Boca -cada vez más cerca de clasificarse a la Libertadores- terminó de ofrecer su función más aplaudida del campeonato.